Tradiciones ancestrales, pasión religiosa y una intensa emoción son los elementos que se conjugan en cada una de las calles de Sevilla durante la Semana Santa, un evento que ha sido declarado de Interés Turístico Internacional y que ha atraído a lo largo de la historia a personalidades como la Reina Sofía, la duquesa de Alba y el Rey Balduino de Bélgica.
Atmósfera mística
La Semana Santa se extiende desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, días durante los cuales el pueblo se lanza a las calles para demostrar su fervor religioso, expurgar sus pecados y disfrutar de lo más auténtico de las tradiciones sevillanas. Como esta festividad se realiza en primavera, el intenso aroma del azahar suele recorrer las calles mezclándose con el perfume dulzón del incienso para crear una atmósfera aún más mística.
Aunque se trata solo de una semana, realmente todo comienza varios meses antes ya que cada detalle se prepara con sumo cuidado. En estos días no solo se representa la Pasión de Cristo sino que se revive una tradición ancestral y se expresa la esencia de la hermandad por lo que todo debe funcionar a la perfección. Los nazarenos preparan cuidadosamente sus insignias, cirios y cruces mientras los costaleros se someten a un duro entrenamiento físico que les permitirá llevar en sus hombros las colosales imágenes sagradas.
Atmósfera mística
La Semana Santa se extiende desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, días durante los cuales el pueblo se lanza a las calles para demostrar su fervor religioso, expurgar sus pecados y disfrutar de lo más auténtico de las tradiciones sevillanas. Como esta festividad se realiza en primavera, el intenso aroma del azahar suele recorrer las calles mezclándose con el perfume dulzón del incienso para crear una atmósfera aún más mística.
Aunque se trata solo de una semana, realmente todo comienza varios meses antes ya que cada detalle se prepara con sumo cuidado. En estos días no solo se representa la Pasión de Cristo sino que se revive una tradición ancestral y se expresa la esencia de la hermandad por lo que todo debe funcionar a la perfección. Los nazarenos preparan cuidadosamente sus insignias, cirios y cruces mientras los costaleros se someten a un duro entrenamiento físico que les permitirá llevar en sus hombros las colosales imágenes sagradas.
Detalles mundanos pero imprescindibles
El día más importante y esperado de toda la semana es el Jueves Santo. En la mañana las calles de la ciudad se visten de un negro riguroso debido a que todas las mujeres acuden a misa ataviadas con sus vestidos elegantes y las clásicas mantillas de encaje. En la noche las hermandades más destacadas comienzan su penitencia dando lugar a la famosa “madrugá” sevillana.
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